La Casa Rosada
Buenos Aires, Argentina
Desde pequeña, las palabras siempre me han fascinado. Crecí en el sur de Estados Unidos, rodeada del cálido acento sureño, pero había algo dentro de mí que me impulsaba a explorar más allá de mi lengua materna.
Una Curiosidad Infantil
A los ocho años, una visita a la librería del centro comercial local se convirtió en un momento decisivo. Mientras otros niños elegían libros populares, yo me sentí atraída por un diccionario latín-inglés. Con mis ahorros, lo compré y pasé horas en el porche de mi abuela descifrando palabras y frases. Esta fascinación surgió en parte por la película “Cloak & Dagger” de 1984, que había visto recientemente con mi primo. La idea de códigos secretos y ser una espía hacía que los idiomas fueran aún más encantadores.
Desafíos y Triunfos en la Secundaria
Al entrar en la secundaria, me inscribí con entusiasmo en clases de español. Al principio, fue todo un reto: pronunciaciones desconocidas y estructuras gramaticales complejas me dejaban perpleja. Recuerdo que en noveno grado, una enfermedad me obligó a faltar casi una semana. Al regresar, me encontré con el verbo “gustar”, un concepto que me desconcertó. Me tomó tiempo entender su estructura única. Sin embargo, cada avance se sentía como descubrir un tesoro escondido.
La presencia de estudiantes de intercambio hispanohablantes en nuestras clases añadió una capa rica a mi experiencia de aprendizaje. Interactuar con ellos no solo mejoró mis habilidades lingüísticas, sino que también profundizó mi aprecio por diversas culturas.
Universidad y Más Allá: Profundizando la Conexión
Mi pasión por los idiomas floreció en la universidad. Me ofrecí como tutora en el Instituto de Lengua Inglesa de la Universidad del Sur de Mississippi, donde obtuve tanto una licenciatura como una maestría en español. Estas experiencias me permitieron profundizar en las complejidades de la adquisición de idiomas y fomentar conexiones significativas con personas de todo el mundo.
El Enriquecimiento de los Viajes
Viajar se convirtió en una extensión natural de mis intereses lingüísticos. A lo largo de los años, he tenido el privilegio de sumergirme en diversas culturas:
- Honduras: Participé en más de media docena de viajes misioneros, involucrándome con las comunidades locales y obteniendo una comprensión profunda de sus vidas y tradiciones.
- Costa Rica, Puerto Rico, Panamá, Colombia y Argentina: Cada destino ofreció experiencias únicas, desde saborear comidas tradicionales hasta participar en festivales locales. Explorar el centro y suroeste de México enriqueció aún más mi comprensión del mundo hispanohablante.
Valle de los Angeles, Honduras
Centro del pueblo: encantadora arquitectura colonial con calles empedradas.
Estos viajes no solo mejoraron mis habilidades lingüísticas, sino que también ampliaron mi perspectiva, reforzando la idea de que el idioma es un puente hacia la comprensión y la empatía.
Volcán Arenal, Costa Rica
Vista del volcán: un majestuoso volcán rodeado de densa selva tropical.
Una Nueva Aventura: Abrazando el Alemán
Recientemente, he comenzado a aprender alemán a través de Duolingo, con la esperanza de explorar Alemania en el futuro. El proceso de adquirir un nuevo idioma sigue siendo desafiante y gratificante, recordándome las infinitas posibilidades que vienen con la diversidad lingüística.
Un Mensaje de Aliento para Viajeros y Aprendices
Mi viaje subraya una verdad fundamental: la búsqueda del aprendizaje de idiomas y la exploración cultural es una aventura de por vida. Está llena de momentos de duda y euforia, desafíos y triunfos. Pero con pasión y persistencia, las recompensas son inconmensurables.
A cualquiera que esté considerando aprender un nuevo idioma o embarcarse en viajes a lugares desconocidos, les ofrezco este aliento: den el salto. Abracen la incomodidad de lo desconocido, ya que es la puerta de entrada al crecimiento personal y la conexión profunda. El mundo es vasto, y cada idioma aprendido, cada cultura experimentada, añade una nueva dimensión a nuestra comprensión de la humanidad.
Como dijo un entusiasta de los idiomas: “Aprender idiomas siempre me dio una emoción, porque significaba que estaba construyendo puentes, mostrando respeto y poniéndome en los zapatos de otra persona”.
Aprender idiomas siempre me dio una emoción, porque significaba que estaba construyendo puentes, mostrando respeto y poniéndome en los zapatos de otra persona.
(speaklanguagecenter.com)
Que su viaje sea tan enriquecedor y transformador como el mío.
La Casa Azul (Museo de Frida Kahlo) en la Cuidad de México:
Vista exterior: una vibrante fachada azul con exuberante vegetación.
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